Lorena Rodriguez Muchos mitos se conocen sobre las maneras de adelgazar existentes, unos ciertos, otros no tanto pero al final todos igual de válidos para aquellas chicas que buscan de manera urgente bajar esos kilitos de más que han ganado por descuido o simplemente por falta de voluntad a la hora de decirle NO a esos antojitos que se le cruzan todo el tiempo…
Por lo anterior les he traído las mejores recomendaciones para mantener un abdomen plano sin tener que pasar por el quirófano o matarse de hambre durante toda una vida, pues aunque esto adelgaza también seca y escurre a quien lo práctica.
1. Hazte amiga del Limón: Efectivamente, si quieres mantener un buen metabolismo y con él un abdomen plano y conservado debes empezar a consumir buenas porciones de zumo de limón; te recomiendo hacerlo en las mañana con un poco de agua tibia, esto en ayunas siempre y cuando no tengas problemas de gastritis, de ser así hazlo entre comidas para que no te afecte.
2. Agua, agua y mucha agua: No es tan difícil, consume de 8 a 10 vasos de agua al día y verás como se nota en tu cuerpo y en tu abdomen, lo mejor es que te acostumbres a que esta tenga una temperatura moderada, no muy fría porque puede afectar el buen funcionamiento de tu organismo.
3. Consume buenas porciones de piña: La piña es excelente para eliminar líquidos, así que si la consumes a diario no tendrás problemas de inflamación de ningún tipo… Además de ello, recuerda no desechar la cáscara, que también puede servirte para darle buen sabor al agua que te tomas a lo largo del día.
4. La rutina del Té Verde: El té verde es excelente para acompañar tu dieta, pues limpia a diario tu organismo y te ayuda a adelgazar… Procura consumirlo 1 o 2 veces al día en la noche y evita el consumo de lácteos en las siguientes 8 horas para que te haga un mayor efecto.
5. El ejercicio no puede faltar: Si, no creas que un abdomen plano es cuestión de magia… Recuerda hacer por lo menos 30 minutos de ejercicio diario o practicar algún deporte, siempre es bueno que el cuerpo este en movimiento, no sólo para quemar calorías sino también para renovar la energía diaria, necesaria para el buen funcionamiento del cuerpo en todas sus actividades cotidianas.
