Lorena Rodriguez Para muchos escuchar la palabra «gay» sigue siendo un tabú, una ofensa y hasta un irrespeto para la sociedad, sin darse cuenta que es de lo más normal en el siglo XXI y que utilizar este término no es para nada desleal, aunque muchos prefieran que mejor se les llame homosexuales.
Pero bien, este post no es para hablarles de orientación sexual, pues eso es algo personal que cada quien decide de acuerdo a su crianza, a sus gustos o sus sentimientos y que debe ser respetable en cual sea el caso; verdaderamente escribo para contarles de algunas de las ventajas que tenemos nosotras las chicas al tener un amigo gay.
En primer lugar, tener un amigo gay es tener ¡seguridad! Pues sin lugar a dudas son los más fieles y leales en cuanto a amistad se trata; cuando te juntas con ellos es como encontrar tu alma gemela, pero eso sí, no pienses nunca en traicionarlos pues valoran tanto tu amistad que si lo haces te jugarán una mala pasada.
Por otro lado, un gay es un amigo, amiga, hermano y confidente a la vez, pues encuentras en él los regaños de un hombre, los consejos de una mujer, la complicidad de un hermano y el amor incondicional de ellos mismos, ese que sólo pueden experimentar los que han tenido la dicha de un amigo de verdad.
Por último, otra de las ventajas es poder tener la libertad de hacer con él lo que quieras, pues disfrutan tanto ir de compras como salir a tomarse una cerveza; poco o nada les importa verte desnuda pero se preocupan siempre por como te vas a vestir. Son tu mejor aliado cuando quieres espantar a ese amigo intenso y sobretodo saben como hacerte feliz. Definitivamente no hay amistad más valiosa que esa, pues ellos conocen el verdadero significado de aceptación, respeto y tolerancia.
¡Yo tengo un amigo gay y lo amo! ¿Y tu?
