Cuando pienso en las mujeres de antes, y las veo levantarse todos los días con ganas de hacer felices a todos los que tienen a cargo casa, me doy cuenta de que no soy como ellas, yo soy una mala mujer…

Y soy una mala mujer porque no deseo hacer feliz al mundo, solo deseo ser feliz yo misma; soy una mala mujer porque no me gusta atender a las visitas, a la edad que tengo aún no se cocinar, no me gusta barrer, tampoco trapear y no se que es eso de planchar una camisa, y realmente eso me hace una mala mujer.

Soy una mala mujer porque no sueño con niños corriendo por mi casa, si al caso sueño con tener mascotas y pocas responsabilidades; no anhelo en convertirme en mamá, ni mucho menos casarme para servirle a mi marido… Yo solo deseo estudiar, aprender, superarme y salir adelante por mi, para demostrarle al mundo que las mujeres somos fuertes, luchadoras, no el sexo débil como algunas personas nos llaman. Entonces si eso es ser una mala mujer, con gran orgullo digo: Soy la peor de todas.

Una mujer decidida

Soy una mala mujer porque sueño con ser grande, con tener mi propio vehículo, un apartamento… Porque no anhelo ser empleada, yo quiero ser mi propia jefe. Soy una mala mujer porque quiero que la vida me sonría, porque no me importa lo que los demás puedan pensar de mi, finalmente yo confío en lo que soy, yo sé lo que quiero y si no ser una mujer convencional me hace malévola, me siento orgullosa de eso.

Yo no quiero ser una princesa, que duerme todo el día y espera que su príncipe la despierte con un beso, porque de anhelar eso, podría correr el riesgo de que ese príncipe después de despertarme quiera pedirme que me levante de la cama, que la tienda, que prenda la estufa y le haga de comer… Y así diariamente, mientras el sale a trabajar yo me quedo en casa, siendo «buena» y fracasada porque jamás aprendí a valerme por mi misma. ¡Que horror! Esa sería una realidad terrible sacada de un absurdo cuento de hadas que solo las chicas vacías han querido desde niñas…

Por eso es que me gusta ser una mala mujer, porque no estoy dispuesta a depender de un hombre, porque conformar una familia es mi decisión, porque ser grande o morir en el intento es algo que solamente puedo hacer yo, porque ser feliz será la meta, y si quedarme en casa haciendo oficio es el mayor obstáculo yo prefiero ser una mala mujer. Una mala mujer que no sabe de cocina, pero sabe de trabajo, de viajes y sobretodo de responsabilidad, responsabilidad con el ser más importante… Yo misma.

Lorena Rodriguez

¡Hola chicas! Soy Lorena, una futura Comunicadora social - Periodista y las estaré acompañando con artículos muy interesantes sobre los temas que mas nos atraen a las chicas de hoy.